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Julián, gerente de una empresa de distribución en Caldas, tenía todo bajo control: inventario al día, rutas de despacho optimizadas, clientes satisfechos.

Imagina que un cliente entra a tu página web para hacer un pedido. Todo parece listo: selecciona el producto, llena sus datos, está decidido a comprar…

Imagina esto: tu equipo listo para presentar una propuesta clave a un cliente, la sala conectada, todos esperando… y de repente el internet se cae.

Los gerentes solemos preocuparnos por todo: ventas, clientes, equipos, impuestos.

Imagina que es fin de mes y tu equipo está cerrando facturación. O que estás en plena feria con tus clientes conectados a tu plataforma de pagos. De repente, el internet se cae.

La mayoría de tus clientes no sabe qué es latencia, ni cómo funciona una fibra óptica de alto desempeño.

Cuando una empresa crece, todo cambia: aumenta el equipo, los clientes, los sistemas. Pero ¿qué pasa con la red?

Tu nube depende de tu conexión

Una falla. Es urgente. Llamas. Responde una máquina. Esperas 40 minutos. Y nadie soluciona.

La invasión de los cobros ocultos